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1 de febrero de 2013Optimizar Windows fácilmente
Veremos en este videotutorial como acelerar y optimizar nuestro Windows de forma rápida y fácil, sin complicaciones, para que todo el mundo lo pueda realizar en su equipo. Las optimizaciones que aparecen en el videotutorial están realizadas en Windows 8 pero sirven para cualquier versión de Windows, solo que en algunos casos, quizá algún menú esté en una ubicación algo distinta.
Existen otras opciones para optimizar el sistema operativo, como desactivar servicios, modificar el registro de Windows, etc. pero esas opciones no las vamos a ver, al menos de momento, ya que suelen ser más peligrosas si se toca lo que no se debe. Las ocho optimizaciones del videotutorial son las recomendadas e indispensables que todo el mundo debería realizar para tener el equipo en plena forma.
A continuación vienen las explicaciones de los sencillos ocho pasos que hemos seguido en el videotutorial para conseguir un mejor rendimiento en nuestro ordenador:
1 Quitar animaciones y efectos de Windows:
Para que Windows vaya más fluido es importante quitar las animaciones de transición entre ventanas y otros efectos como las sombras de las ventanas y del puntero del ratón. Por lo tanto, es mejor optimizar de manera que ganemos en rendimiento y no se pierda en funcionalidad y comodidad visual.
2 Ajustar la memoria virtual:
Cuando no tenemos suficiente memoria RAM, Windows usa un archivo en nuestro disco duro en el que almacena información, haciendo las funciones de memoria RAM extra. El archivo es un archivo de sistema oculto llamado “pagefile.sys”. Este archivo tiene un tamaño variable, que va cambiando según calcula la cantidad de memoria virtual que necesite, pero este cálculo ralentiza el ordenador por el hecho de ir variando el tamaño de dicho archivo y realizar los cálculos. Por ello, sería recomendable darle un tamaño fijo lo suficientemente grande para que nunca tenga que realizar estos cálculos y que solo se preocupe de almacenar en ese archivo los datos que necesite.
3 Optimizar el arranque de Windows:
Para optimizar el arranque de Windows debemos iniciar cuantos menos programas al arrancar mejor y además, utilizar todo el potencial de nuestro equipo para arrancar el sistema. Por ello, evitaremos que se ejecuten programas al iniciar Windows y activaremos durante el arranque del sistema todos nuestros recursos, como el número de núcleos y cantidad de memoria RAM.
4 Desfragmentar el disco duro:
En los discos duros HDD de toda la vida, los datos de un archivo se dividen en trozos y estos trozos se “esparcen” en el interior del disco, esto se llama fragmentación. El brazo lector del disco tiene que moverse de un sector a otro para leer los trozos de ese mismo archivo, aumentando el tiempo de lectura y ralentizando nuestro ordenador. Por ello necesitamos desfragmentar, es decir, esos trocitos esparcidos juntarlos todos para que el brazo lector no tenga que desplazarse de un lado a otro y así ganar en tiempos de lectura. En los nuevos discos SSD se recomienda no hacerlo, ya que no les afecta tanto la fragmentación y si realizamos desfragmentaciones podemos quitarle vida útil a estos discos que, a día de hoy, es una de las cosas que tienen que mejorar con respecto a un disco HDD común.
También se debería desactivar la programación de la desfragmentación. ¿Por qué? Porque no es necesario que se inicie automáticamente la desfragmentación si el disco no está lo suficientemente fragmentado. Con que se desfragmente una vez al mes como mucho manualmente es más que suficiente y además, no queremos que empiece a desfragmentar en mitad de una video llamada de Skype o en mitad de una partida de un videojuego o en algún trabajo importante, puesto que ralentizaría el ordenador al estar el disco duro en constante lectura y escritura. Aparte, si tenemos un disco duro SSD alargaremos un poco más su vida útil evitando tantas desfragmentaciones.
Hay que tener en cuenta que, en función del tamaño del disco, el número de archivos y la cantidad de fragmentación, tardará en realizarse más o menos tiempo. Lo normal es que tarde entre 20 minutos y una hora dependiendo del caso.
5 Opciones de energía en alto rendimiento:
Si se utiliza un portátil no es recomendable hacerlo, porque se acabará la batería mucho antes. Si por el contrario estamos en un ordenador de sobremesa, lo podemos hacer perfectamente. Windows configura el equipo para que mantenga un equilibrio entre consumo de energía y rendimiento aumentando y bajando las velocidades del microprocesador, los puertos PCI Express y otros componentes como el apagado de discos duros, suspensión de puertos USB etc., lo que puede ralentizar un poco el equipo al reactivarse o mantenerse en velocidades demasiado bajas. Para evitar esto, se debería poner en alto rendimiento para que sus componentes estén siempre activos y la bajada de velocidad del procesador no sea demasiado considerable.
6 Liberar espacio en disco:
Con el tiempo el ordenador va guardando archivos innecesarios en el disco duro que pueden ralentizar el equipo y ocupar espacio en disco, por ello, de vez en cuando se deberían eliminar dichos archivos. Eliminaremos todos menos las miniaturas de imagen, ya que si las eliminamos, cada vez que entremos de nuevo en una carpeta de imágenes, Windows tendrá que recrear las nuevas miniaturas, tardando más en entrar en la carpeta, aunque tampoco pasaría nada si las queremos eliminar, puesto que luego se volverán a regenerar la primera vez que se entre en dicha carpeta.
7 Desactivar sonidos del sistema:
Si tenemos sonidos a la hora de hacer clic, maximizar o minimizar ventanas o a la hora de encender o apagar el equipo, esto también puede ser motivo de una ligera ralentización, por ello debemos desactivar todos estos sonidos del sistema.
8 Desinstalar programas:
En ocasiones empezamos a instalar demasiados programas que al final no usamos nunca. Estos programas dejan datos tanto en el disco duro como en el registro de Windows, lo que puede provocar una ralentización del equipo. Es importante tener los programas indispensables que queremos y no dejar instalado en el ordenador cualquier cosa que en el fondo no necesitamos. Por ejemplo, no tener instalados 5 juegos de PC si solo jugamos a 2 de ellos o, por ejemplo, instalar 4 navegadores web si solo usamos uno.